sábado, 30 de mayo de 2015

Seguros de salud: Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde



Mi amigo pepe tenía una novia a la que nunca hacía caso. Era una muchacha estupenda, de las de “hasta que la muerte nos separe”. Le permitía todos los caprichos: comer más de la cuenta, beber con los amigotes, tumbarse en el sofá… Pepe la quería mucho “a su manera”. Pasaron los años, la novia se cansó, dejó plantado a mi amigo y Pepe enfermó porque su novia de toda la vida era su salud.

Entonces visitó al médico. No iba al Centro de Salud desde pequeño. Mientras aguardaba su turno en la sala de espera meditó sobre cosas que no cambian nunca: alguna vez enfermamos y dependemos de que otros nos curen. De niño, envidiaba a los médicos porque trabajaban con enfermos, pero nunca se “ponían malos”. ¿Por qué? Una vez el maestro les explicó que los médicos se cuidaban solos: llevaban una vida saludable y, como conocían a muchos doctores, buscaban al mejor de cada especialidad.

Vaya, vaya… igual que un seguro de Salud.

¿Cómo elegir?


El mejor seguro de Salud es el que mejor resuelve tus necesidades. Dicho así parece sencillo. Pero… ¿cómo lo encuentras? En el mercado hay muchas propuestas que se ajustan a cada situación y persona, nosotros conocemos todas las opciones, te conocemos a ti y te ponemos encima de la mesa las mejores alternativas.

A la hora de contratar un Seguro de Salud es importante valorar ciertos aspectos: cuadro médico, especialidades médicas, quirúrgicas, pruebas diagnósticas, los servicios dentales. También periodos de carencia, posibilidad de reembolsos y los copagos. Nosotros te lo explicamos. TÚ ELIGES. Las enfermedades y la Sanidad privada tienen algo en común: no te hacen esperar porque actúan rápidamente.

Además, si eres autónomo puedes desgravarte el seguro de Salud hasta 500€ por cada miembro de la unidad familiar (cónyuge e hijos). Si tienes personas empleadas las primas de los seguros de Salud de tus trabajadores son gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades.
Y si eres empleado por cuenta ajena, el seguro de Salud que te paga la empresa no computa como retribución en especie (hasta 500€).

Por cierto… Nuestro amigo Pepe tiene que entrar en la consulta. Ha engordado bastante en los últimos quince años. Ahora se acuerda de su maestro. Le decía: “si quieres vivir sano desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”.

¿Tomamos nota…?

¿Tienes bote salvavidas…? Pues hazte un seguro de Vida



Cuando le preguntaron al Dalai Lama qué le sorprendía de la Humanidad contestó esto: “Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir, y mueren como si nunca hubieran vivido”.

Vivir tranquilos supone plantearnos algunas dudas sobre nuestra existencia y nuestra forma de actuar. Cuando terminas los estudios buscas el primer empleo. Los años te dan experiencia, estabilidad laboral e independencia. Entonces asumes tus propias responsabilidades: formas una familia y compras una casa, dos de los compromisos más importantes que adquirimos durante nuestra vida.

Llega un momento en que te preguntas si necesitas contratar un seguro de Vida. Tu hogar está hipotecado, tus hijos quieren ir a la universidad y nadie vive eternamente…

Tu bote salvavidas


Para que te hagas una idea de su importancia, en 2013 indemnizó a 55.000 familias por 1.740.000 millones de euros. Y en el caso de los ahorradores, según Unespa, 9 de cada 10 con un Seguro de
Vida no tienen por qué preocuparse por los vaivenes de los mercados: su rentabilidad está garantizada.

Si ya te planteas contratar esta póliza, debes escoger entre dos opciones: Ahorro o Riesgo. Uno es para proteger a tu familia en el caso de que faltes y el otro para garantizar tu bienestar económico a una determinada fecha. Pueden combinarse ambas modalidades. Estaríamos frente a un seguro de Vida Mixto.

En la salud y en la enfermedad


Los seguros de Vida pueden proteger en caso de invalidez o enfermedad grave. Hay ocasiones en que podemos abandonar el trabajo por invalidez (absoluta o total). Otras veces, surge una enfermedad grave. En ambos casos, estos seguros pueden garantizar rentas o anticipos de capital.

Sin embargo, su esencia es cuidar la vida de los hijos y del cónyuge aliviando las consecuencias económicas que supone el fallecimiento de la persona que más ingresos aporta a la familia. En estas circunstancias, los beneficiarios perciben una indemnización o renta.

Dicen que cuando uno está a punto de morir, repasa la historia de su vida. Nadie se arrepiente por haber fracasado cuando intentaba cumplir sus sueños. Lo que duele es no haberlo intentado. Es verdad… todos estamos de paso.

Aprovecha tu tiempo, disfruta tu existencia al ciento por ciento, calcula sus riesgos y protege tu economía con un buen seguro de Vida.